CLARÍN: Camuflaje y tergiversación.


Detectar los camuflajes y tergiversaciones del diario Clarín es una práctica que puede tornarse invisible de tan habitual. En efecto, sin analizar la tapa del diario, al leerla (aquí, allí o en el bar) uno puede determinar sin demasiados rodeos que está frente a una noticia falseada y ya. Puede tratarse de un camuflaje, una tergiversación, una parcialidad, un recorte malintencionado, diseñado, repiqueteos o también puede encontrarse una noticia irrelevante (en letras catástrofe) que cumple la función de disminuir o invisivilizar las noticias importantes. No hay mucha más complicación en el asunto, más que alguna esporádica excepción; los muchachos de Magnetto se dirigen a la masa y el grotesco (también) es parte de ella.

CANTIDAD DE DESPIDOS

Por estos días vivimos una sucesión ininterrumpida de despidos masivos de personal estatal. Ya se sabe que los empleados públicos, llamados "ñoquis" desde el gobierno PRO, no suelen ser notificados sino por fuerzas de seguridad apostadas en las puertas de sus lugares de trabajo que buscan nombres permitidos de ingreso en listas discrecionales, que fueron agredidos con huevos desde balcones, que son ignorados en sus reclamos y vigilados en sus manifestaciones y que suman miles.

Al número de despidos nos referimos ahora. Quién se encuentra medianamente informado (con lo que ello cuesta hoy), es decir, quién sabe leer, ver o escuchar medios no pertenecientes al monopolio, recibe las noticias de Clarín y La Nación en un arco de ánimo que va de la indignación al humor según cada quién. Pero quién por falta de tiempo, desinterés, inercia o adicción absorbe las voces y los textos del monopolio vive, decididamente y de motu propio, en otra esfera.

Entonces encontramos que una persona relativamente informada tiene vista y oída la cifra de 25.000 despidos estatales. Y, al ver los medios monopólicos, encuentra cifras muy distintas, por supuesto (como cómplices del desguace estatal) cifras menores.

Ambas publicaciones son simultáneas del día 30 de enero de 2016.

El lector relativamente informado sabe o sospecha que en una noticia monopólica de este tipo (delicada y de mala imagen para su gobierno) hay algún engaño pero no sabe cuál, no puede distinguirlo si sólo lee tapas y zócalos de TV mudas. Un lector de guardia baja puede dudar: ¿Página 12 miente, exagera? ¿Navarro y C5N son parciales y desmesurados? ¿Víctor Hugo Morales o Cinthya García tienen mala data? La diferencia entre 25.000 y 7.000 es demasiado. ¿Clarín puede mentir tan alevosamente? ¿Se arriesgaría a papelones contra su credibilidad con información de falsedad comprobable?

Aquí la respuesta:


Clarín y La Nación hablan de despidos estatales omitiendo que sólo refiere al sector dependiente del Estado Nacional como si el resto de los despedidos (municipales y provinciales) no fueran estatales. Podemos llamar a esto ¿omisión, tergiversación o camuflaje?

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