Lavagna: La economía PRO es la misma de la dictadura y los 90.


Alfonso Prat-Gay se ofendió por la afirmación de su antiguo rival, Roberto Lavagna, de que el plan económico del macrismo es tan neoliberal como el del menemismo y de la dictadura. Lo comparó, en tono despectivo, con Hebe de Bonafini. El análisis de Cifra.

Consultado sobre el modelo económico del macrismo, el ex ministro de Economía y asesor del Frente Renovador, Roberto Lavagna, no soólo advirtió que “no genera desarrollo” sino que lo asemejó con el programa de “los militares y los noventa”. Las comparaciones entre la política económica de Cambiemos y el esquema instalado entre 1976 y 2001 comenzaron con las primeras transformaciones estructurales –desregulación financiera, liberalización comercial, realineamiento de la política exterior y redefinición del rol del Estado– y se agudizaron a la luz de sus consecuencias sociolaborales y productivas. Hasta los comentarios de Lavagna, exponente de un espacio político asociado al proyecto de Cambiemos, los funcionarios recurrían en forma excluyente a la muletilla de la “herencia”. Sin abandonar esa estrategia, la discusión por la caracterización del proceso en marcha comenzó a sumar argumentos oficiales: “Este es un régimen totalmente diferente, con una flotación cambiaria que nos permite amortiguar los movimientos del exterior”, sostuvo ayer el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, quien comparó a Lavagna con Hebe de Bonafini, con un sentido despectivo.

A la hora de defender su programa económico, el titular del Palacio de Hacienda se limitó a reducir la última dictadura militar y la convertibilidad a reglas cambiarias estrictas como la “tablita” de Martínez de Hoz o el 1 a 1, ignorando el resto de las transformaciones que caracterizaron a la etapa neolibral: la reforma financiera, el endeudamiento externo, la flexibilización laboral, el desmantelamiento del entramado productivo, la pérdida de capacidades tecnológicas estatales, la cesión de soberanía a tribunales extranjeros y las privatizaciones, entre otros elementos. Por eso, Prat- Gay destacó que hoy las autoridades económicas tienen la posibilidad de recurrir a una devaluación, denominada “la flotación cambiaria” y que, por ejemplo, redundó a principios de semana en un alza de 60 centavos en el precio del dólar.

Para descalificar a Lavagna, con quien mantiene una disputa de largo aliento, desde la época en la que convivían en el gabinete de Néstor Kirchner, el funcionario recordó que Hebe de Bonafini, titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, realizó un paralelismo similar entre Macri y la dictadura. A pesar de la lluvia de críticas que cayeron sobre Bonafini a comienzos de año por las comparaciones elegidas y la crudeza de sus declaraciones, los argumentos elegidos no se limitaban a cuestionar los lineamientos de la política económica sino que incorporaban elementos referidos a la disputa entre los distintos bloques de poder y su vínculo con el nuevo patrón de acumulación. Todos esos elementos fueron ignorados en la crítica de Lavagna y la defensa de Prat-Gay o las réplicas ensayadas por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Interior y Transporte, Rogelio Frigerio.

Desde una perspectiva más amplia que excede la discusión sobre las tasas de interés y el precio del dólar, distintos investigadores y académicos como el equipo del Cifra que dirige el economista Eduardo Basualdo explican desde comienzos de 2016 que “la estrategia económica de la alianza Cambiemos reflejó un giro copernicano en el tipo de Estado a través de la implementación de un fuerte shock ortodoxo de carácter neoliberal”

En ese sentido, además de cuestionar el proceso de desregulación y el ajuste recesivo enfatizan que “el objetivo prioritario e innegociable para el conjunto de las fracciones del capital que conforman el actual bloque de poder es que desde el Estado se impulse un giro copernicano en la relación entre el trabajo y el capital reduciendo significativamente tanto el salario real como la ocupación, porque recién bajo esas circunstancias sería posible retomar los dogmas de fe por parte de la ortodoxia económica”.

A pesar del éxito relativo exhibido hasta ahora por las autoridades para garantizar la viabilidad de esa estrategia, en el Cifra advierten desde febrero que “las contradicciones entre los integrantes del bloque de poder (la oligarquía agropecuaria, los grupos económicos, el capital extranjero radicado en el país y el capital financiero) están centradas, como ocurrió otras tantas veces, en determinar de qué manera se distribuye el excedente expropiado a los trabajadores con las actuales políticas económicas”.

“Sabíamos que era un año difícil, un año de transición para nosotros y para el mundo”, explicó Prat-Gay. Además de enfatizar la aparente “fortaleza” frente a la incertidumbre global, exacerbada por situaciones como el triunfo de Donald Trump, el funcionario destacó el incremento del endeudamiento externo en más de 40 mil millones de dólares.



Prat-Gay y la deuda
Tras endeudar al país en menos de un año por el equivalente a unos 50.000 millones de dólares, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, aseguró ayer que no habrá para lo que resta de 2016 –poco más de un mes– nuevas colocaciones en los mercados externos. El funcionario celebró además la “prudencia y previsión” que tuvo el gobierno nacional al momento de tomar deuda en el exterior y acceder a tasas más bajas que las que podría obtener ahora. “Sabíamos que era un año difícil, un año de transición para nosotros y para el mundo. Había muchas incertidumbres que atravesar”, explicó Prat Gay en referencia a las elecciones presidenciales en Estados Unidos. “Por eso tuvimos la prudencia y la previsión de adelantar buena parte de ese financiamiento en los primeros meses del año”, agregó en una disertación sobre “El Poder Transformador de la Creatividad”, en el marco del evento Ideas Innovadoras organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la Usina del Arte, en el barrio de La Boca. Consultado sobre nuevas emisiones de deuda que no tengan como destino el mercado externo, se limitó a contestar: “Cuando lo hagamos se van a enterar”.

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