Importaciones de bienes de consumo crecieron 22,5%.


La importación de bienes de consumo se aceleró en enero y encendió las alarmas de los empresarios nacionales. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó ayer que el año pasado las cantidades importadas crecieron 17% interanual y el mes pasado el incremento fue de 22,5% respecto del mismo período de 2016. 

“Por el tipo de cambio atrasado, los altos costos internos y la falta de controles aduaneros, están comprometidas buena parte de las PyMES industriales que no pueden competir con los productos que ingresan. Están cerrando fábricas y hay más de 45 mil despidos en el sector. La avalancha externa se presenta también en el comercio informal, por las fronteras con Chile, Paraguay y Bolivia”, aseguró CAME a través de un comunicado.

"Por el tipo de cambio atrasado, los altos costos internos y la falta de controles aduaneros, están comprometidas buena parte de las pymes industriales que no pueden competir con los productos que ingresan".

Según agregó la CAME, paulatinamente las importaciones están volviendo a copar el mercado y desplazando al fabricante local. Estas industrias son, entre otras, la indumentaria, la naval, de calzados, juguetes, electrónicos, muebles, cueros, bicicletas, bebidas alcohólicas y las producciones regionales.

"No se trata solo de manifestaciones aisladas de algunos fabricantes proteccionistas como suele decirse cuando aparecen las advertencias. Hay evidencia estadística concreta que avala esta preocupación".

Para avalar su argumento, CAME recordó que el año pasado las importaciones bajaron 6,7%, pero el declive se explicó porque los precios cayeron 10,4%. En cambio, las cantidades importadas subieron 3,8% en el año. En los bienes de consumo, la entrada del exterior creció 9,1% en dólares en 2016, a pesar que los valores promedio de esos productos bajaron 6,7%. Es que las cantidades importadas de estos artículos crecieron 17%.

“En un mercado donde las ventas minoristas cayeron 7 por ciento promedio en el año, ingresaron bienes de afuera más baratos, pero en mayor cantidad, justo en un año donde los argentinos consumieron menos. Eso explica la caída de casi 5% en la producción industrial, especialmente en la industria PyME”.

El objetivo del gobierno es tratar de controlar la inflación favoreciendo un mayor ingreso de bienes importados. Oficialmente, aseguran que no habrá una desregulación total y que se seguirá protegiendo a los sectores que no están en condiciones de competir de igual a igual con las producciones de otros mercados. Sin embargo, en otras ocasiones en las que se abrió el mercado a la importación, como durante la dictadura y la década del 90, las autoridades también remarcaron que se lo haría gradualmente y protegiendo a la industria nacional, aunque finalmente eso no sucedió.

El reclamo de los gobernadores

La problemática de los cierres de fábricas y la consecuente caída de puestos laborales en las provincias se coló de lleno en las preocupaciones de los gobernadores, que confluyen en un coro para que se limiten las importaciones que afectan a sus industrias.

En estos días fueron varios los que advirtieron sobre una crisis de la producción local. Y el último en alzar la voz fue el riojano Sergio Casas (FpV). "Queremos un equilibrio en la apertura de importaciones", dijo durante la apertura de la 98° reunión del Consejo Federal de Trabajo, donde Casas ofició de anfitrión.

El motor industrial de La Rioja está dado por el sector textil, que atraviesa una situación agónica. No es casual que el reclamo sobre las importaciones llegue desde provincias donde ese rubro es de relevancia. 

"El Parque Industrial de La Rioja es el principal polo textil de Sudamérica", afirmó Casas, "se necesita un techo a las importaciones y que se pueda dar un rango de competitividad para mantener las fuentes laborales". Sobre el cierre de 2016 hubo un acuerdo entre la provincia, el sindicato y los empresarios de ese polo productivo para no despedir personal durante 180 días, aunque desde la CGT local advirtieron que los empresarios están incumpliendo su parte.

Catamarca es otro distrito afectado por la importación textil. Su gobernadora, Lucía Corpacci (FpV) cuestionó la apertura y dijo que hay una "crisis industrial inocultable". "La apertura a la importación masiva pone a la industria nacional en serias dificultades; si a eso le sumamos el incremento de la tarifa eléctrica y del combustible, hay que reconocer el impacto", manifestó la gobernadora Corpacci en un acto de entrega de maquinarias a Vialidad.

La crisis textil también golpeó a Chubut. El viernes el gobernador Das Neves (Chubut Somos Todos) se reunió con los trabajadores de la empresa Guilford para avanzar en una serie de subsidios estatales tras el cierre de la compañía. Aunque en tono menos estridentes que en otros reclamos, Das Neves llevó el tema a su última reunión con el ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, a principios de mes. "El planteo más importante que hicimos con respecto al sector textil fue lo referido a la situación específica de la hilandería y apertura de importaciones", dijo el titular de la cartera de Producción de Chubut, Pablo Mamet.

En el Litoral, la apertura de importaciones también se metió en la agenda. Tras el cierre en Rosario de Mefro Wheels, la única fábrica de llantas de acero para autos del país. el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz (Frente Progresista Cívico y Social) cuestionó la política de barreras bajas del Gobierno nacional. "Creemos que un país integrado al mundo debe importar lo que necesita, lo que no se fabrique en el país. No podemos poner en riesgo la industria nacional con productos importados que compiten a precios más bajos".

"Las grandes inversiones no llegaron y no hay certezas de que vayan a llegar", dijo Lifschitz, y agregó que si se mantuvieron puestos de trabajo registrado en la provincia fue por "el esfuerzo de productores y empresarios" de esperar la evolución de la economía antes de tomar medidas drásticas.

El puntano Alberto Rodríguez Saá, cuya provincia vivió el cierre de textiles como Alpargatas o Puma a finales de 2016, también mostró preocupación sobre el tema. En su reunión con Oscar Parrilli en el Instituto Patria -afín al kirchnerismo-, los dirigentes peronistas declararon unir fuerzas contra "la apertura indiscriminada de las importaciones" y contra las "políticas neoliberales".

El gobierno, como ya es su costumbre, saldrá a decir que no hay invasión de importados y pondrá toda su maquinaria mediática para convencer a la opinión pública más allá de los datos verificables.

Fuente: Ámbito Financiero.

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