Macri aprueba la fusión Telecom Cablevisión.


La fusión entre Telecom y Cablevisión fue aprobada por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), el primero de una serie de pasos para consumar la indeclinable y autista carrera monopólica del Grupo Clarín de convertirse en la mayor empresa de telecomunicaciones del país y de Latinoamérica.

El expediente aprobado debe sortear otras instancias administrativas (en la Defensa de la Competencia tendrá que justificarse la concentración del mercado que se producirá una vez plasmada la fusión). La convergencia de ambas empresas se consolida entonces en los primeros meses de 2018.


De esta manera, el macrismo le devuelve al multimedios el apoyo mediático y político para sobrellevar dos años de ajuste y deterioro social. El periodista Jorge Asís había advertido que había directivos de Clarín que estaban presionando a gobernadores para que se apobara la reforma previsional ya que de ello dependía la suerte de la fusión. Pero este asunto del botín del Grupo Clarín viene desde mucho antes y se remonta a pleno kirchnerismo: allí, cuando el Grupo Clarín vio amenazado su futuro monopólico y resistió las leyes kirchneristas a través de amparos judiciales, empezó el confeso periodismo de guerra que aún hoy intenta destruir la imagen pública de Cristina Kirchner y encubrir los megadelitos empresarios y fiscales cometidos por el candidato fabricado Macri que hoy, después de abolir la ley (antimonopólica) de medios, reprivatizar el fútbol y multiplicar la pauta publicitaria del Grupo permite y genera el único caso en el mundo en que una empresa provee en el mismo servicio el contenido y su distribución audiovisual.


Telecom y Cablevisión adelantaron que irán al mercado a buscar más de 3 mil millones de dólares para solventar las inversiones para brindar servicio de cuádruple play, otro de los negocios habilitados por Cambiemos. Clarín, además, había resultado beneficiado con la autorización para comprar Nextel, con lo que ahora cubrirá todos los rubros de las telecomunicaciones.

Para acercarnos a tratar de entender la impresionante campaña de odio y la profundidad de intentos golpistas hacia el kirchnerismo en paralelo al blindaje mediático del candidato Macri sólo un mosaico de muestra: 

Tv por cable, internet, telefonía móvil y telefonía fija son los servicios que agrupa ahora el nuevo gigante del mercado de las telecomunicaciones, luego de aprobada la fusión de Cablevisión y Telecom. El negocio asciende a unos 80 mil millones de pesos por año y una cartera que supera los 25 millones de clientes al sumar las cuatro líneas de operación. Según estimaciones del mercado, la empresa alcanzaría un valor de alrededor de US$ 11.000 millones. Cablevisión cuenta con 3,5 millones de clientes de su servicio de televisión paga y 2,2 millones de usuarios de Fibertel, su plataforma de internet de banda ancha. Por su parte, Telecom presta telefonía móvil a 19,3 millones de usuarios (con su marca Personal), mientras que cuenta con 1,7 millones de abonados a su servicio de internet de banda ancha y 3,9 millones de abonados a su servicio de telefonía fija.

Hasta antes de la fusión, un 60% de Cablevisión estaba en manos de Cablevisión Holding, una firma perteneciente a los hijos de Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, José Aranda y Lucio Rafael Pagliaro (son los mismos accionistas mayoritarios de Clarín, pero la compañía se escindió del Grupo), mientras que el 40% restante estaba en posesión de Fintech, un fondo de inversión controlado por el mexicano David Martínez que, a su vez, controla más del 40% de Telecom.

La fusión de ambas empresas se materializó a través de una ampliación de capital de Telecom Argentina, que se entregó a los accionistas de Cablevisión. De esta manera, la primera de las empresas absorbió a la segunda, en una operación que se concretó tras la aprobación de la asamblea de accionistas de Telecom Argentina.

El mes pasado (noviembre 2017) el histórico CEO de Cablevisión, Carlos Moltini, asumió al frente de Telecom Argentina.

Ahora el insaciable y ultramonopólico Grupo Clarín ya implementa las acciones para superar su nuevo escollo: según consigna la agencia de noticias Reuters, la empresa resultante de la fusión deberá desprenderse de un fragmento de 80 megahertz de espectro, ya que de concretarse en estas condiciones superaría el límite de 140 megahertz permitido por la regulación vigente.

Alejandro Carnero.

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