Buscando el piso del desastre macrista.


“Argentina tendrá más inflación y menos crecimiento”, dijo Nicolás Dujovne hoy, cuando el peso argentino se devaluó un 7.5% y el dólar terminó cotizando, en récord histórico, a $25,50.

Por supuesto que esos términos, inflación y crecimiento, no le dicen demasiado al ciudadano argentino que ya sabe que sus días bajo esta administración PRO serán cada vez peores. Y en efecto, Dujovne se refirió a la situación económica argentina hablándoles a periodistas extranjeros que llevarán los dichos desde la Casa de Gobierno a los empresarios y especuladores extranjeros y locales. Mientras Dujovne exagera sinceridad (como si nadie supiera que la meta inflacionaria que él predijo hace dos meses es poco seria), el ciudadano argentino tiene que escuchar la boca comunicacional del gobierno PRO que conduce Marcos Peña.

Este muchacho, que sigue sosteniendo su discurso ficcional casi como autista, es a quién están apuntando como fusible inútil de una política que acaba de firmar su sentencia de fracaso en el Fondo Monetario Internacional en el más pobre de los acuerdos que el organismo presenta en su menú de posesión.

Dujovne les dijo a los periodistas extranjeros que “los fondos del FMI son para garantizar los planes del gobierno” y su ladero, Nicolás Caputo consideró que “el mercado está poniendo a prueba el tipo de cambio”.

Tampoco mintió Caputo. El dólar se disparó este lunes (14.05.2018) y cerró a $25,51 para la venta, en una jornada en la cual el Banco Central realizó una mega oferta por US$ 5.000 millones en el sector mayorista para ponerle techo a la cotización. El valor del billete verde trepó $1,79 respecto del viernes (11.05.2018) por lo que el peso se devaluó un 7,5% con relación al cierre anterior y se depreció 34,8% en lo que va del año (2018).


El vencimiento de Lebacs de este martes (15.05.2018) es el principal factor de tensión. La tasa de rendimiento de las Lebcas que venden tocó un máximo del 70% en el mercado secundario en la negogiación del pasado viernes, hasta que el Banco Central decidió intervernir comprando letras por 30.000 millones de dólares, haciendo caer esta tasa al 47% en vísperas de la licitación.

El monto de vencimientos de la próxima licitación es más del 50 por ciento del stock total de Lebacs que asciende actualmente a poco más de 1,2 billones de pesos.

Si bien el Banco Central plantó el techo en $25, los mercados le agujerearon el techo y en la city, según filtran medios especializados, hablan de "mala praxis" cambiaria, estimando en $37.000 millones las pérdidas acumuladas por vender reservas a precios bajos.

"A la suma de desaciertos, hoy tuvieron uno más. Las intervenciones del BCRA tienen que ser puntuales, quirúrgicas y contundentes. Por ejemplo, hoy tendrían que haber dejado flotar el dólar hasta que suba a su techo y recién ahí vender 5.000 millones de dólares para que baje fuerte y hacer que todos los que compraron pierdan", se comentó.


Entonces siguen las dudas. ¿Torpeza? ¿Intencionalidad? ¿Estrategia? ¿Incompetencia? La extraña decisión de Sturzenegger de abrir la jornada anunciando que ponía USD 5.000 millones de reservas para vender dólares a $25 fue vista como un desafío a pulsear al mercado, que no le salió muy bien.

El blue terminó en $26, el mayorista a $25 y el minorista a 25,51 y sobre la última media hora de operaciones el mercado se envalentonó y le pulseó fuerte al Central obligándolo a desprenderse de USD 400 millones de reservas y apelar al Banco Nación para que venda otros USD 200 millones, justo cuando arrecian las versiones de renuncia de su presidente, Javier González Fraga, del licencia en España.

La semana pasada Sturzenegger vendió dólar a futuro por USD 800 millones a $23,10 y ante la disparada de la cotización el Central ya tuvo que emitir $ 1.520 millones para pagar la diferencia, lo que revela que no hubo previsión sobre la trayectoria de la divisa.

"La mesa del Central es muy mala, corrieron toda esta crisis de atrás y nunca hubo una estrategia clara", agregó un importante operador. Sturzenegger puso al frente de la mesa encargada de operar en el mercado a Agustín Collazo, que viene de operar derivados en Morgan Stanley en Nueva York. "No tiene experiencia en un mercado como el argentino", fue la respuesta lapidaria.

De hecho, el viernes pasado también terminó lastimado Sturzenegger cuando luego de gastar USD 1.100 millones y en ese momento en el mercado se coincidía que la salida más razonable que le quedaba al jefe de Central para este lunes era dejar flotar el dólar hasta que encuentre el equilibrio, lo que en la jerga se conoce como overshooting, para dejar de perder reservas.

Las críticas explican en buena medida porqué ese día había rumores muy fuertes de la renuncia de Sturzenegger, posibilidad que este lunes se ubicaba para justo después que se cierre el acuerdo con el FMI, si se cierra.

Además, en el mercado advierten que las intervenciones de la entidad monetaria no están ancladas en un plan económico. Una obviedad, que Carlos Melconian, puso en títulos en una explosiva conferencia.

Es tan evidente que el Central gira sobre el aire, que este lunes la decisión de poner el dólar en $25, generó una devaluación adicional del 7%, disparando por arriba del 25% las proyecciones de la inflación para este año; lo que a su vez complica todas las paritarias, las cerradas y las que están en plena negociación, como las docentes.

La supuesta impericia de Sturzenegger para frenar la corrida llevó al Banco Central a dilapidar una cantidad inmensa de reservas a precios bajos, que ya superan los USD 9.000 millones. En marzo (2018) se vendieron reservas por USD 2.040,4 millones, en abril por USD 4.730,3 millones y en mayo ya van USD 2.600 millones sin poder frenar la suba del dólar, que en este período pasó de $20,4 a $25,3.

En este marco, el establishment que ya no soporta el gradualismo y la “buena onda” de Marcos Peña, presiona muy fuerte no sólo por un inmediato y drástico cambio de política económica sino por el relevamiento de todo el gabinete económico. Así vuelven a filtrarse rumores y consejos de renuncia desde portales que reciben pauta gubernamental. Hernán Hirsch, director de FyE Consult, reconoció que "un cambio de equipo económico podría ser una buena señal, pero hay un problema de políticas que es más profundo. La vulnerabilidad de la macroeconomía es cada vez mayor y las reservas de libre disponibilidad están tendiendo a cero. Se están quedando sin balas".

Alejandro Carnero.

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